¿Por qué no nos gustan los bancos?

En general, la opinión que tienen los bitcoiners de los bancos es bastante adversa. Estas instituciones representan todo lo que está mal en el sistema económico: favorecen los grandes capitales en detrimento del ahorrista pequeño, funcionan como una suerte de “policía” que recoge y comparte todos los datos personales de sus clientes, junto con sus movimientos financieros. Fueron los causantes de grandes crisis en todo el mundo, que llevaron a miles de personas a la quiebra, aunque ellos recibieron el rescate de los gobiernos.

Podríamos decir que, por sus características de funcionamiento, los bancos fueron, en parte, responsables del nacimiento de Bitcoin.

¿Cómo funciona un Banco?

El modelo de negocio de un banco está basado en el préstamo. Ellos son los encargados de ofrecer liquidez a cambio de un retorno con intereses. El detalle está en que el dinero que prestan no es el suyo, es el tuyo.

Hay distintas formas de préstamo. Una de ellas son los bonos, que son una promesa de pago a futuro (con intereses) que se puede intercambiar. Es decir, es una deuda negociable. Otra forma son los créditos, donde el solicitante pone algún bien en garantía. Por ejemplo, para un crédito hipotecario la garantía es un bien inmueble.

Uno de esos bienes que pueden usarse como garantía son los bonos, y entonces nos adentramos en los meandros de los instrumentos financieros, donde la promesa de pago se usa como respaldo para emitir más deuda y donde los límites entre los prestatarios y los deudores se desdibujan.

Hablemos ahora de los tipos de ahorro, ya sabes, la fuente de liquidez de los bancos. Existen dos formas: a la vista, que son las cuentas de ahorro y/o corrientes, donde tu dinero está siempre disponible y (o sorpresa) “a la vista” y los depósitos a plazos, donde el dinero queda bloqueado o “fuera de la vista” por un tiempo acordado. En este caso, el banco podrá usar ese capital durante ese tiempo y como contraprestación añadirá un interés o rendimiento al final del período. Los ahorros a plazo fijo, en realidad, es dinero gratis que el banco dispone a su criterio.

El otro participante: El gobierno

Dentro de la normativa que rige el accionar de las instituciones está la “solvencia”, que es un indicador de la proporción de riesgo que toman los bancos con respecto al capital del que disponen. La cantidad óptima se fija en los llamados acuerdos de Basilea, y está fijado en un mínimo de 8% de activos respaldados por capital. 

Con respecto a la liquidez, que es la cantidad de efectivo que los bancos deben tener disponible en sus cajas. Esta cifra varía mucho de país a país, de acuerdo con sus leyes y situación económica. Por ejemplo, en la zona Euro, a los bancos sólo se les pide un 1%; en Venezuela debe ser de 85%.

Una de las consecuencias de esta norma es que en economías no tan sanas, si la demanda de capital aumenta más de lo previsto, puede haber una crisis liquidez y esto generar un efecto en cascada que desencadene un problema mayor.

Amiga, date cuenta…

Definitivamente, la relación entre usuarios y bancos es muy desigual. Las instituciones financieras tienen todos las ventajas y derechos, mientras que los ahorristas asumen todos los riesgos y los deberes. No es de extrañar que el sistema mismo generara una solución como Bitcoin, para devolver al individuo su autonomía económica.

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