Las criptomonedas son un tipo de dinero digital. Es decir, que no existen en el mundo físico, sino que viven en las computadoras y se mueven a través de Internet, como los correos electrónicos.
Están hechas de datos y funcionan mediante algoritmos matemáticos, igual que los programas de computadora. La diferencia es que las criptomonedas tiene un valor monetario, tal como los dólares, los euros u otra moneda de cualquier país.
Aunque no es necesario saber de algoritmos matemáticos para usarlas, sí es bueno saber que se les llama cripto-monedas porque se usa la cripto-grafía, para asegurar que nadie las falsifique o adultere.
La criptografía es una técnica que permite proteger datos a través de códigos secretos.
A esos códigos se les conoce como llaves privadas, porque solo las posee el legítimo dueño de las criptomonedas. Sin las llaves privadas, las criptomonedas no se pueden transferir ni gastar.
Esto es muy importante. A fin de cuentas, los datos que viajan por la Internet se pueden copiar infinitas veces. Cuando enviamos fotos o un mensaje por correo electrónico a nuestros contactos, cada dirección de la lista recibe una copia de esa información. Si esto se pudiera hacer con las criptomonedas, perderían todo su valor, igual que los billetes falsos.
La característica principal de las criptomonedas es que no las crea un gobierno y no necesitan de bancos, ni de alguna otra entidad central para funcionar. Es posible transferirlas directamente de persona a persona sin intermediarios. El resultado es que cada individuo mantiene el control de su propio dinero. Con el dinero fíat, cuando lo envías a alguien, el banco tarda unos días verificar que todo esté en orden antes de confirmar la operación. Y si algo les parece “raro”, simplemente pueden bloquear los fondos o incluso confiscarlos. No pasa así con la mayoría de las criptomonedas.
Resumiendo, Las criptomonedas tienen características que les dan ventajas sobre el dinero oficial:
- No tienen fronteras, porque se mueven a través de la Internet
- No son falsificables
- Las controla su propietario y no los bancos.
Además, se crean mediante reglas claras de consenso plasmadas en su código. Y, dependiendo de su sistema de consenso, tienen mayor o menor grado de descentralización.
Lo más importante es que las criptomonedas tienen valor y utilidad. Y mientras la gente las considere valiosas, seguirán existiendo.