Bitcoin y las Resistencias
- Elena Cazes
- Filosofía de bitcoin
- 30 de julio de 2024
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¿Por qué una solución como Bitcoin, que ofrece libertad y soberanía, enfrenta tantas resistencias? Es una pregunta que debemos responder, si queremos ser honestos.
No es solo la dificultad técnica, no es solo la complejidad filosófica y política. Podríamos enfrentar estos problemas reduciendo la fricción de entrada a la tecnología, mejorando las experiencias de usuario y simplificando el proceso de privacidad o seguridad. Todas cosas que están en proceso de solución en este momento.
Podríamos obviar la filosofía anarquista de Bitcoin, olvidarnos de que es una decisión política, antes de cualquier cosa. Simplemente, dejamos de hablar del tema. Escondemos el corazón libertario de una propuesta, que separa el estado del dinero y plantea la insurrección más grande desde la revolución francesa, en inocuas conversaciones sobre el precio y la regulación de las CBDC.
Y estamos haciendo estas cosas. Los Bitcoiners juegan a la inocencia mientras llevan consigo un planteamiento que significará la única escapatoria de estados hipervigilantes, empresas que hacen control social sin vergüenza alguna o bancos que lucran con el dinero ajeno impunemente.
Es un trabajo lento, que funciona en ciclos. Primero, cimentando conocimiento, sumando participantes. Construyendo tecnología que funcione y sea segura. Luego, recibiendo oleadas de nuevos usuarios porque Bitcoin fue noticia: “Aprobados los ETF Spot de Bitcoin”, “Nuevo ATH de rentabilidad de minería”, “Precios record inesperados”. Enjuague y repita.
Y, sin embargo…
La resistencia parece aumentar. Estamos discutiendo con un ente amorfo que cambia las reglas del juego a su conveniencia. Primero, los que usaban Bitcoin eran traficantes de drogas y pedófilos. Luego fueron terroristas y lavadores de dinero. Ahora somos los culpables del calentamiento global, evasores de sanciones y predadores de energía. Asumo que, dentro de poco, seremos los responsables de la crisis económica mundial.
No desesperemos. La resistencia al cambio es solo aparente. El verdadero trabajo se está haciendo en silencio. Podemos ver nuestros triunfos precisamente en esos cambios. Cuando una narrativa se vuelve autoevidente en su mentira, se cambia por otra.
Bitcoin no solo es una propuesta novedosa y disruptiva, entró al mundo en el momento preciso, de la mano de un genio que supo, además, desaparecer cuando hacía falta que desapareciera. Tantas cosas hicieron falta para que lo tengamos hoy día como alternativa. Mientras era pequeño y vulnerable, nadie le prestó atención. Cuando tuvo tropiezos, también tuvo las soluciones disponibles, precisamente porque era pequeño. Creció de la mano de los usuarios, llamó capital (en forma de investigación y producción de procesadores) justo cuando adquirió masa crítica. Los usuarios hemos ido aprendiendo de la mano de otros usuarios, tal como el anarco capitalismo lo plantea.
Bitcoin, a fin de cuentas, terminó siendo la tormenta perfecta. Ahora, empieza la etapa de escalado. Estamos enfrentando problemas nuevos. Pero es que con Bitcoin, todo es nuevo.